Entregan terrenos para construcción de nueva Aduana Metropolitana
En una ceremonia que contó con la presencia de las máximas autoridades de la Dirección General de Aeronáutica Civil (DGAC) y el Servicio Nacional de Aduanas se realizó ayer la entrega oficial de los terrenos donde se construirá el nuevo edificio de la Dirección Regional de Aduanas Metropolitana.
Al acto asistieron autoridades de la totalidad de los organismos fiscalizadores que trabajan en el Aeropuerto Internacional Arturo Merino Benítez, así como representantes de Mideplan y el Ministerio de Obras Públicas y funcionarios de la DGAC y Aduanas.
En la ocasión, el Director Nacional de Aduanas destacó que dicho servicio, conciente del importante aumento en el comercio internacional y del explosivo crecimiento del tráfico aéreo de mercancías y pasajeros que el Aeropuerto ha experimentado en la última década, ha considerado que se hace imprescindible el mejoramiento de las instalaciones con que cuenta la Dirección Regional.
Mujica agradeció el apoyo recibido de las distintas instituciones, que acompañaron a Aduanas en el desarrollo de este proyecto, particularmente a la Dirección General de Aeronáutica Civil, a través del Director de Aeronáutica, General José Huepe, por su constante disposición y preocupación en el tema y la entrega de los terrenos en concesión.
Por su parte, la Directora Regional de Aduanas Metropolitana, Alejandra Arriaza, resaltó la entrega de los terrenos como un hito muy importante. Hoy recibimos en concesión 3.000 mts2, lo que para nuestra Aduana significa un primer paso en la materialización de un sentido anhelo, del cual nos queda mucho camino por recorrer, pero lo haremos con toda la fuerza que hemos puesto hasta ahora .
Las actuales dependencias de la Dirección Regional de Aduanas Metropolitana fueron construidas en 1961 y corresponden al edificio que albergaba los hangares y bodegas del antiguo terminal de pasajeros.
En los últimos 40 años estas dependencias han debido ser reparadas ante los daños provocados en los terremotos de 1971 y 1985, además de las sucesivas remodelaciones para albergar el notable crecimiento de las actividades de Aduanas.
En la actualidad, estas instalaciones presentan problemas estructurales (acústicos, térmicos, alcantarillado y desagüe, eléctricos y de mala percepción del espacio), los que repercuten en la calidad de vida de los funcionarios, debiendo soportar ruidos molestos, altas y bajas temperaturas, entre otros.
