Exitosa práctica de alumnos en Aduana de Los Andes

• Jóvenes realizaron diversas labores administrativas en las dependencias del Servicio en Los Andes.

Con éxito culminaron su práctica profesional en la Aduana de Los Andes los 12 alumnos egresados del curso "Tramitación de Despacho Aduanero", quienes pudieron profundizar sus conocimientos e interactuar con los funcionarios públicos y usuarios del Puerto Terrestre.

La instrucción fue impartida por un Organismo Técnico de Capacitación bajo el alero del programa de inserción laboral "Más Capaz", que en este caso fue enfocado especialmente a jóvenes y adultos con distintos grados de discapacidad.

Cristóbal Tomé (29) tiene hemiplejia doble espástica y fue clave para lograr la realización de la práctica en la Aduana. Ello, porque cuando se enteró que la Otec no se hacía cargo de canalizar las prácticas, remitió una carta a la Presidenta Michelle Bachelet y desde La Moneda le dieron el apoyo e instruyeron la intervención del Sence. Gracias a lo anterior, se enlazó a los jóvenes andinos con la Gobernación Provincial y la Aduana de Los Andes inmediatamente abrió sus puertas para los alumnos.

"Fue una bendición recibirlos, dado que ellos nos enseñaron mucho porque cada día le ganan a la vida. Ellos vinieron a hacer su práctica, pero en realidad vinieron a enseñarnos", indica la Administradora de la Aduana de Los Andes, Silvia Mack, quien agradeció a la gobernadora provincial de Los Andes, María Victoria Rodríguez, por establecer el contacto que permitió saber del caso de los estudiantes.

Asimismo, Silvia Mack valoró el apoyo de la administración del Puerto Terrestre, dado que aportaron con una colación especial en favor de los practicantes, los cuales aprobaron con excelentes calificaciones su pasantía.

El joven Cristóbal Tomé trabajó junto a los abogados y debía apoyar en la búsqueda de causas y documentación. Anteriormente se había desempeñado como jefe de obra en una faena de Talagante debido a que es experto en temas de seguridad laboral. "El jefe acá en Aduana fue muy bueno y el ambiente muy grato. Me tocó ver casos de contrabando y estoy agradecido de la oportunidad".

Leopoldo Lemus (24) estuvo en la unidad de drogas y cada vez que pasaba por los pasillos le recomendaban no exceder la velocidad permitida. Ello porque en su silla de ruedas se transforma en un velocista de temer y su especialidad son los 200 metros planos, donde su actual marca es de 1 minuto 16 segundos y desea bajarla. Sus entrenamientos están en receso porque se dislocó un hombro durante un entrenamiento en el polideportivo

.Leopoldo tiene mielomeningocele y se manifestó muy feliz con la experiencia en la Aduana, donde dice que superó sus otras experiencias laborales como guardia de seguridad y empacador. "Es muy entretenido y la gente muy buena, nos enseñaron lo relativo a la documentación y completar planillas"

Similar opinión tiene Washington Fernando Santos Gómez por su desempeño en el área de personal, donde tuvo como tutora a la funcionaria Mónica Escobar, quien destacó el entusiasmo del joven y su aporte en el archivo documental.

Nicolás Valenzuela (21) no tenía idea de la existencia de Aduana y ahora habla con total dominio de las DIN y DUS. "Yo trabajaba como mecánico automotriz en Calama y por un piquero en una piscina de Viña del Mar tuve una fractura cervical y estuve 5 minutos flotando inconsciente. Ahora sigo en terapia y aprendí este trabajo administrativo, pero mi deseo es volver a la mecánica. Antes nunca había visto un aduanero y el trabajo que realizan es muy diverso e importante".

María Teresa Méndez (19) también desconocía la labor aduanera "y estuve en tramitación y despacho, donde hay que ser muy ordenado y eso me sirvió para aprender y tener más disciplina".

Jonathan Flores (27) sufre una neuropatía progresiva que poco a poco le compromete todo el cuerpo. Durante su paso por Aduanas aportó en la OIRS y se interiorizó de otro mundo muy distinto al que habitualmente enfrenta todos los días. "Trabajaba en una feria artesanal y también vendiendo puerta a puerta como ambulante. A veces no creen que uno anda en silla de ruedas y piensan que está marcando las casas para robar y eso molesta. Yo vendía paños de cocina y hacer la práctica en la Aduana fue muy bonito".